¿Pies Inflamados? Aquí Algunos Útiles Consejos

La hinchazón de los pies puede ser muy  incómoda y se puede causar por múltiples factores como estar mucho tiempo de pie o demasiado tiempo sentado. También puede ser el resultado de un exceso de sal en la dieta diaria o uno de los síntomas del embarazo. Por otra parte, también puede ser un síntoma subyacente de una enfermedad más grave, tal como un problema con los riñones o el corazón. O puede indicar la presencia de un coágulo de sangre.
 
Sin embargo, si sufres de hinchazón crónica en los pies, te sugerimos que consultes con un profesional de la salud  para un diagnóstico a fondo en el que puedas descubrir la causa subyacente del problema. Sin embargo, si tu hinchazón se ha producido debido a que has caminado un largo trayecto o has pasado la mayor parte de tu día fuera de casa,  aquí te mostramos un par de recomendaciones que te ayudarán a tratar la hinchazón.
 
9 Hábitos saludables para prevenir los tobillos hinchados:
1. Dejar de fumar: Es un hecho bien conocido que fumar puede ser perjudicial para la salud. Y una de sus muchas consecuencias es la hinchazón en las extremidades.

2. Mantente hidratado: La deshidratación puede causar la hinchazón de los pies, y otros síntomas negativos y desagradables.

3. Come bien: Una dieta saludable, rica en frutas y verduras frescas, es ideal para prevenir la inflamación e hinchazón en los pies. Recuerda que tu dieta saludable debe contener fibra de alta calidad y proteínas de alta calidad. 

4. Una nutrición adecuada: Incluír multivitaminas de alta calidad como parte de tu dieta diaria te garantizará contar con el suficiente magnesio, para prevenir la hinchazón de las extremidades. Los problemas con los tobillos y los pies hinchados pueden ser un problema de deficiencia de magnesio. Consulta con tu médico de cabecera para saber si puedes tomar 350 mg de magnesio al día.

5. Reduce el consumo de sal: Si te es posible, trata de evitar los alimentos procesados, ya que contienen una gran cantidad de sal, y entra en el hábito de degustar la comida antes de poner sal en ella. Como alternativa, puedes utilizar especias saludables como la cúrcuma, el pimentón, el comino y el chile en polvo para añadir más sabor a tus alimentos, sin la necesidad de utilizar la sal.
 

 

6. Ejercítate varias veces a la semana: No hay mejor manera de cuidar nuestro corazón y nuestro sistema circulatorio que haciendo ejercicio tanto como sea posible. Trata de hacer de 15 a 20 minutos de ejercicio todos los días: esto puede incluir caminar, nadar, yoga, bailar, montar en bicicleta o cualquier deporte que te guste. Como resultado, gozarás de una buena circulación de la sangre, lo que te ayudará a prevenir la hinchazón de las extremidades.

7. Toma un descanso: Particularmente si pasas mucho tiempo sentado en tu escritorio. Ponte de pie durante un par de minutos cada media hora, y durante tu hora de almuerzo adquiere el hábito de ir a dar un paseo. Levántate y estírate para mover y estirar tu cuerpo cada 30 minutos, así ayudarás a mejorar tu circulación y evitarás problemas más graves como la trombosis.

8. Mantén tus pies y tobillos apoyados: Las medias de compresión son una gran manera de apoyar los pies y los tobillos, sobre todo cuando hay que sentarse durante largos períodos de tiempo. También son una buena idea a la hora de viajar, para prevenir que tus pies y tobillos se inflamen y aparezcan las molestas venas varicosas.

9. Levantar los pies: Una gran manera de prevenir y tratar la hinchazón de los pies y los tobillos es poner los pies en alto. Mantenlos en una posición elevada mientras ves la televisión o mientras duermes; al hacerlo, ayudarás a drenar el exceso de líquido en los pies y los tobillos.

3 Maneras de tratar la inflamación de los tobillos y los pies
La hinchazón de los pies como resultado de un esfuerzo excesivo, o de estar sentados por mucho tiempo puede ser tratado con remedios sencillos, y ciertos cambios en los hábitos diarios. 

1. Mima tus pies: La sal de Epsom es un excelente tratamiento para los pies hinchados y un alivio general para el estrés y los dolores musculares. También puedes añadir un poco de sal marina a tu baño para empaparte de sus efectos calmantes.

2. Obtén un masaje de pies: Después de remojar los pies en la sal de Epsom, utiliza algunos aceites curativos para darte un masajes en los pies. El aceite de coco es una buena opción, ya que tiene antifúngicos naturales y propiedades antibacterianas. Para mayores efectos antiinflamatorios y aromaterapia, añade un par de gotas de un aceite esencial como el eucalipto, el árbol de té, la menta y el aceite de limón - los cuales son buenos para reducir la inflamación. También puedes añadir unas gotas de lavanda o manzanilla para promover la relajación.
 

3. Usar aceite de ricino: Para un tratamiento estimulante, masajea tus pies con aceite de ricino junto con unas gotas de aceite de mostaza. El aceite de ricino tiene fuertes propiedades antiinflamatorias, mientras que el aceite de mostaza ayuda a generar calor y mejorar la circulación. El aceite de mostaza también contiene magnesio y selenio que puede ser absorbido por la piel después de un masaje. Una vez que hayas masajeado tus pies, envuélvelos en una toalla caliente y mantenlos en posición elevada durante al menos media hora.

Si estos métodos y tratamientos simples no funcionan, consulta a tu médico, ya que éstos síntomas pueden ser consecuencia de enfermedades más graves.

 

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