¿Cómo contribuir a mejorar la circulación energética en tu ser? ¿Es posible sentir esa energía, esa fuerza circular en tu interior para activar, inspirar y mejorar tu entorno?
Se resalta en esta técnica iniciática, la fuerza energética de comunicación con la divinidad o el sol central, con solo cerrar sus ojos, ya puedes empezar a sentir esa fuerza extraordinaria entrando en tu ser, limpiando, armonizando, dando contento, alegría y bienestar a tu vida.
La conciencia se sitúa en el hara o el mar de la energía, un punto situado a dos dedos en la parte inferior del ombligo, normalmente es allí en donde debe estar, en el centro del ser.
Vale la comparación de los Orientales en la cual colocan dos muñecos: uno tiene todo el peso en el abdomen, el otro tiene todo el peso en la cabeza, ¿Cuál crees está más estable? Sin lugar a dudas aquel que tiene todo el peso en el abdomen, en el hara. Así nos ocurre con frecuencia a los occidentales, vivimos demasiado tiempo en la mente, nos falta aprender a aquietarla llevando la conciencia a su punto de origen: el Hara o Dan tien.
En un mundo convulsionado con frecuencia tu conciencia se encuentra en la mente o mejor en el plano mental, allí tu cerebro empieza a convertirse en un órgano sobre excitado, exaltado, en ocasiones nublado y confundido por un mundo de ideas, deseos, temores, sabores y angustias entre otros, estos van surgiendo sin cesar y en ocasiones sin parar, tomando el control de tu vida forma desordenada y caótica.
En ese punto puedes volverte incapaz de hacer frente a las situaciones que exigen una gran vigilancia y capacidad de comprensión, de visión y de un sentir justo y adecuado.
Este ejercicio iniciático se puede utilizar en caso de urgencia, cuando no ves claras las situaciones o circunstancias, cuando necesitas esfuerzo para continuar a pesar de sentirte cansado.
1) Ensaya de aislarte si posible unos 10 minutos (Hay quienes dicen que no pueden por el gran número de obligaciones), ¡Son solo 10 minutos para ti! Es tu regalo contigo mismo. Esto es suficiente para refrescar las ideas.
2) Te sugiero tengas un sitio elegido para ello, un altar, tu propio templo, un sitio de encuentro. Lo veremos en otro capítulo.
3) Toma contacto con el centro de la frente, punto reflejo de la glándula pituitaria o tercer ojo, haciendo un masaje suave en el entrecejo.
4) Cierra los ojos y visualiza una esfera dorada en el centro de la cabeza, vibrando en el tercer ojo o glándula pituitaria, en el centro de la frente, esta esfera empieza a girar al interior llevando su luz, su poder lavador, su fuerza activa, resplandeciendo y borrando impurezas.
5) Empieza a desplazar esta esfera o bola dorada vibrante hacia la izquierda, la derecha, hacia arriba, hacia abajo, lleva la esfera hacia la glándula pineal, puedes dibujar círculos los cuales forman bandas doradas alrededor del cráneo.
6) La glándula pineal, también conocida como cuerpo pineal, conarium o epífisis cerebral es una pequeña glándula endocrina en el cerebro de los vertebrados. Produce melatonina, una hormona derivada de laserotonina que afecta a la modulación de los patrones del sueño, tanto a los ritmos circadianos como estacionales. Su forma se asemeja a un pequeño cono de pino (de ahí su nombre), y está ubicada en el epitálamo cerca del centro del cerebro, entre los dos hemisferios, metida en un surco donde las dos mitades del tálamo se unen.
7) Comprende y ama tu cerebro, órgano estresado por tantas ideas, pensamientos e influencias del medio ambiente, tranquiliza y sana esa bóveda craneal con el brillo dorado plasmado a su interior.
8) Guarda esas bandas doradas, compañía refrescante y benéfica, guárdalas en tu memoria y vive la sensación de bienestar y luminosidad.
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