Cómo meditar según JESUS EL CRISTO.

Cuando meditas, toma la postura que te resulte más cómoda. No tienes que meterte en contorsiones físicas. Descansa y relájate. Di a ti mismo que te relajes y afloja todos los miembros, incluyendo tu cabeza, cuello y la cara.

Debo subrayar que la meditación debe ser – al final – tan simple como entregarte al sueño. El propósito de la meditación es el de permitir que tu consciencia entera  se mueva más allá de las fronteras del intelecto y de la razón. Hay maestros que te dirán que ‘imagines’… lo que sea que te digan que imagines, puedes estar seguro de que no te estarán ayudando a ir a ninguna parte excepto a nuevos reinos imaginativos de tus propios procesos de pensamiento. Lo que esta clase de ‘meditar’ te aportará, será un alivio de los pensamientos y del estrés que tus presiones del ego están creando. En el mundo de la imaginación, el ego puede o no estar inactivo.

 

Antes de comenzar la meditación, prepárate, dándote cuenta plenamente de que estás a punto de ponerte en contacto con laCONSCIENCIA DIVINA’ a la vez dentro y trascendente a tu consciencia – por tanto ELLA  está también allí afuera y alrededor de ti. Visualiza exactamente lo que significa esto.

Recuerda, en todo momento, que aquello en lo que PIENSAS, es con lo que estás sintonizando.

Tus pensamientos son ‘rayos de luz’ que hacen contacto con lo que buscas.

Recuerda que cada ‘pensamiento’ tiene su propia frecuencia vibratoria en consciencia. Cree, sabe esto, porque esto es verdad. Cuanto más espiritual es el pensamiento, más altas las frecuencias vibratorias. Las ‘formas de Consciencia que están expresadas en palabras no son visibles pero son ‘específicas entidades del ser’. Tienen la vida de consciencia dentro de ellas. Son magnetizadas por las ‘formas de consciencia’ semejantes. Dos cosas semejantes se atraen.

Piensa ‘perro’ y visualiza lo que significa y tus pensamientos se sintonizan con la especie canina.

Piensa ‘CONSCIENCIA UNIVERSAL’ ‘VIDA DIVINA’ con una comprensión de lo que significa – y tus pensamientos se dirigirán a la ‘CONSCIENCIIA UNIVERSAL’ –  a la ‘VIDA DIVINA.’

Si has comprendido plenamente todo lo que te estoy intentando decir, SABRÁS que tu meditación llegará a su objetivo.

Sabe esto y encontrarás que tu fe se fortalece.

Tu fe se queda débil, porque tan sólo aspiras, o deseas, o de manera magnética ‘quieres’ sintonizarte con la CONSCIENCIA – VIDA, porque deseas derivar algún beneficio del ejercicio.

¿No ves lo ‘terrenal’ que es tal acercamiento a AQUELLO QUE TE DIO el ‘SER?’

¿Es eso reverente? ¿Corresponde a una persona que busca un contacto verdadero y espera hacerlo?

Mientras la CONSCIENCIA UNIVERSAL INFINITA no es el Dios mítico que está en lo alto como está descrito en el Antiguo Testamento, es la Infinitamente Poderosa Realidad que está presente en todas partes, manifestando Su propio efecto diseñador, inteligente, evolutivo, amorosa hacia todo lo que Ella  ha traído al ser.

Esto es lo que tienes que comprender, que finalmente vas a acercarte, mientras que estás todavía en la tierra, cuando alcances las dimensiones más altas, después de que tus emociones magnéticas hayan sido disueltas no tan sólo de tu mente, sino que también de tu subconsciente y de tu plexo solar.

En primer lugar, estarás poniéndote en contacto con la VIDA DIVINA – PADRE – MADRE que siempre está activa dentro de todo tu sistema y del universo.

Recuerda que ELLO está en equilibrio dentro de la Infinita dimensión universal, y activo dentro del mundo.

El ‘Padre actividad’ marca los objetivos. La ‘Madre – amor’ dirige la manera en la que los planes se desarrollarán para promocionar el bien el más elevado de aquel que está siendo orientado, sanado, o protegido.

(Un sin fin de personas dirán que estas afirmaciones arriba mencionadas son pura imaginación. Pueden mofarse como quieran. Aquellos que logran hacer contacto con la Consciencia – Padre – Madre – Vida – otro nombre para la CONSCIENCIA DEVIDA DIVINA pero indicando sus dobles cualidades –verificarán que lo antes mencionado es una descripción precisa de la evolución espiritual que sigue a tal contacto).

Volviendo a tu meditación.

En primer lugar, antes de intentar entrar en un estado meditativo, memoriza la siguiente oración de modo que las palabras se hagan tuyas.

Cuando estés perfectamente relajado, empieza tu meditación con esta oración. Dila despacio y visualiza el significado de cada palabra, para permitirte entrar en la consciencia de la palabra y dejar que la energía de la consciencia de la palabra entre en lo más hondo de tu ser. Mientras dices esta oración, los ojos deben estar cerrados y la vista elevada hacia el entrecejo.

 

PADRE – MADRE – VIDA, tu eres mi vida, mi apoyo constante, mi salud, mi protección, la total satisfacción de cada una de mis necesidades,  y mi más alta inspiración.

 

Te pido que me reveles tu verdadera Realidad. Sé que es tu VOLUNTAD que yo esté plenamente iluminado/a para así poder recibir mejor el conocimiento de tu Presencia dentro y alrededor de mí. Creo y sé que esto es posible. Creo que me proteges y me mantienes dentro del AMOR perfecto. Sé que mi propósito final es el de EXPRESARTE A TI.

Mientras hablo contigo, sé que me recibes perfectamente, pues tú eres la INTELIGENCIA AMOROSA UNIVERSAL que tan maravillosamente ha diseñado este mundo y lo ha hecho visible.

Sé que al pedirTE que me hables, estoy enviando un rayo de luz consciente a tu DIVINA CONSCIENCIA y que al escucharTE, estás penetrando mi consciencia humana y acercándote cada vez más a mi mente y corazón que se hacen cada vez más receptivos.

Encomiendo mi vida y mi ser a tu cuidado.

 

(Cada vez que dices y visualizas esta oración, creas una forma de consciencia espiritual que se hará más fuerte y cada vez más elevada en frecuencias vibratorias, conforme vaya ahondándose el verdadero significado de la oración en tu mente y corazón y se vayan elevando tus percepciones.)

Después de la oración, relájate cada vez más profundamente y deja que tu mente se quede en blanco. Si se entrometen los pensamientos, recita suavemente ‘Vida – Divina’ o ‘padre –madre – vida’ a ti mismo y vuelve a aquietar la mente. Después de muchos meses de sincera meditación, puede que de repente sientas que el cuerpo da sacudidas como una persona que entra en el sueño y luego de repente se despierta. Si esto ocurre, estate agradecido/a pues tu consciencia está penetrando las barreras de las anteriormente creadas fuerzas de consciencia que encapsulan tu alma.

Cuando sientas que estás entrando en un profundo estado de consciencia, tan profundo que apenas respiras, debes estar seguro que empiezas a lograr tu objetivo. Al final de la meditación estate siempre agradecido/a y contento/a.

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